1.- REPASA LAS REGLAS DE LA COMA
2.- EL PUNTO Y COMA. REGLAS
1. En enumeraciones, cuando dentro de cada componente de la enumeración ya se está utilizando la coma:
Cuando estuve en el hospital vinieron a visitarme Pedro, que es un vecino mío; Laura, una compañera de clase; Rodrigo, un chico que conocí en Italia; y Lorenzo, que es un amigo de toda la vida.
- Coloca los signos de punuación: El sábado por la mañana estuve jugando al tenis por la tarde al baloncesto y por la noche al fútbol
2. Para unir dos oraciones cuyos significados están relacionados entre sí por relaciones de causa y efecto (sustituyendo a las conjunciones “porque” o “por lo tanto”)
Hacía un viento muy fuerte y el mar estaba embravecido; los pescadores decidieron no salir.
- Coloca los signos de punuación: Las escaramuzas fronterizas eran continuas finalmente los dos países entraron en guerra.
3. Cuando se relacionan distintos puntos de vistas sobre un asunto:
- Sobre la actuación del árbitro muchos estaban totalmente en desacuerdo; otros eran favorables; por último, había algunos que preferían no opinar.
- Coloca los signos de punuación: Salimos del cine encantados con la película otros en cambio opinaban que la película era muy lenta y un tanto aburrida.
4. Cuando, tras mencionar una idea general, se pasa a describir una particularidad:
Todas las casas eran fantásticas; pero había una en lo alto de la colina de la que me quedé enamorado.
- Coloca los signos de punuación: A mi padre le encanta toda la pintura eso sí su pintor favorito es Sorolla.
5. Delante de las conjunciones o locuciones: “aunque”, “sin embargo”, “por tanto”, “no obstante” cuando van en oraciones de cierta extensión.
Estuvo todo el año preparando el examen de conducir; sin embargo, el día del examen amaneció con fiebre y no pudo presentarse.
- Coloca los signos de punuación: El deporte siempre ha sido un complemento fundamental en la formación de una persona no obstante el deporte profesional pierde muchas de estas virtudes.
6.- Coloca los signos de puntuación:
Entró en clase Julián que llevaba una cazadora con una gran mancha de tinta se puso en medio de clase los brazos en jarras con voz potente prometió un castigo ejemplar para el culpable un gamberro sin duda.
Una hora antes había llegado al instituto con la mejor de las sonrisas iba a ser un día estupendo. Saludó al jefe de estudios hay que ser educados, pensó. Notó un codazo qué juventud tan impulsiva. Se excusó.